domingo, 13 de noviembre de 2016

Democracia.

Siempre que escribo tiro de cabeza. No es que me centren un balón y lo remate, no. Creo que en más de 20 años jugando al fútbol sólo he tocado el balón con la cabeza dos veces. De la primera vez aún recuerdo los tres días de dolor de cabeza. Claro que era un Mikasa. Cuando los balones eran balones de verdad y no globos.
Pero vamos a centrarnos. Lo que quiero decir es que todo lo que plasman mis dedos, sale de lo que recuerdo en mis años de estudiante. Siempre se ha dicho que, aunque la primera democracia fue en Atenas (aunque elegir, elegir, lo que se dice elegir, elegían pocos), EEUU ha sido el garante mundial del poder del pueblo aunque no recuerdo si la Revolución Francesa y el fin de la monarquía de los Borbones fue antes. Pero bueno, todo el mundo sabe que, democracia es una de las muchas palabras que vienen de juntar dos de la época clásica. Contra ese estilo de gobierno siempre se ha puesto la dictadura, aunque algunas se han forjado a partir de la democracia, donde quien ordena y decide es el que manda. El pueblo sólo acata.
Pero hete aquí que, en ese país, guardián de la democracia, hubo elecciones para elegir presidente, congresistas, senadores, vendedores de piruletas y 14.000 cosas más porque los americanos no son de ésos de votar todos los días sino que en fechas señaladas votan de todo. Vale que ganó el que nadie esperaba, el que nadie quería o ambas cosas. Como resultado de ello, aparte de oscilaciones de la bolsa, felicitaciones más o menos cordiales, alguna visita más inesperada para algunos que la victoria y una primera entrevista televisiva, miles y miles de personas llevan días manifestándose en varias ciudades en contra de esa persona (y personaje) que ha ganado las elecciones porque ha sacado más representantes que su rival. Puede que el sistema electoral de EEUU no sea el mejor. El de aquí tampoco lo es. Pero el pueblo ha hablado y hay un ganador. Es normal que haya gente a la que no le guste el resultado y lo haga público. Lo puede hacer porque es libre de hacerlo, libertad que le da la democracia. Seguro que habrá gente cercana a Clinton que apoyen esas manifestaciones. Incluso gente del partido republicano. Pero, ¿y si fuera al revés?¿Y si hubiera ganado ella? Trump ya dijo que las elecciones estarían amañadas en ese caso y sus simpatizantes, que no lo dude nadie, hubieran salido a la calle. Pero también doy por seguro que, de haber pasado eso, los que se manifiestan ahora les acusarían de no acatar los resultados y ser malos perdedores.
Cosas de la libertad. Cosas de la democracia.