domingo, 5 de noviembre de 2017

Martirio culpable. Culpabilidad mártir.

Realmente, aunque luego lo cambie, no sé que poner de título del artículo. Recuerdo en una entrevista a Serrat el siglo pasado, decía que las canciones las hacía al revés. Lo malo es que no me acuerdo qué iba primero. Letra o música. Pero bueno, supongo que cada maestrillo ..... A lo que voy, que, por supuesto, y como pasa en muchos de mis artículos, no tiene nada que ver con el sentido de los mismos (todos lo tienen, no se vayan a creer), es que suelo tener el título con la idea del artículo.
Al lío. Siempre he pensado qué quien huye de un posible requerimiento judicial porque oculta algo y no quiere que se sepa, es culpable. Siempre he pensado que quien se "esconde" en un país donde es más fácil el dificultar una extradición, es culpable. Siempre he pensado que quien se dedica a contar a quien le quiere (o le tiene) que escuchar, mentiras o realidades distorsionadas, es culpable. Y, por supuesto, siempre he pensado que, quien se entrega a la policía, es porque es culpable. Aunque se quiera ver (y que le vean) como mártir. Se me acaba de ocurrir el título. Mártir, sí. Todo lo que quiera. Mártir pero culpable. Eso sí, los demás también sufrimos un martirio con todo ésto. También somos mártires. Pero es culpable. Aunque lo único que le preocupa es que se hable de él y que le conozca la gente y que les caiga simpático y que se solidaricen con él. Ya está. Su pueblo, ése que votó a su amasijo de partidos (porque hay que recordar que él no ocupó el puesto de Artur Más como cabeza de lista) pero no a él, le importa ná y menos. Bueno, decir que su pueblo le votó es decir mucho. Fue el que más votos consiguió.
Y la demostración de la que digo, mi opinión y no la única verdad, verdad absoluta como ondean algun@s al expresar sus ideas, es que, cómo he dicho, digo y diré siempre (siempre que luego siga viendo que mi opinión no está equivocada, todo lo que ha hecho este señor está meditado. Muy meditado. Porque uno no contrata de la noche a la mañana a un abogado famoso por defender a etarras y que cobra entre 500-1000€ la hora. Uno no decide de la noche a la mañana decidir ir a un país donde, mira tú por donde, hay una justicia más independiente que aquí (algo que me gustaría a mí) y donde los delitos de los que se acusa, no se tipifican o catalogan como aquí. Además, es un país donde hay cierto conflicto independentista. Que casualidad. Uno debe ser responsable de sus actos. Al menos de cara al público. No al público al que ha tomado el pelo. No a los que han aprovechado el ponerse a su lado. Ha tomado el pelo a los que han creído en él.
Eligió el camino equivocado. Aunque no para él.