miércoles, 12 de diciembre de 2018

Acción-reacción.

Una de las cosas que uno aprende es que cada cosa que se hace puede tener una reacción. No tiene porqué ser en contra ni fuerte. Incluso puede no pasar nada lo que también es una reacción. Pero si haces algo tienes que tener en cuenta lo que va a acarrear. Hacer las cosas por hacerlas sólo porque sí es de críos. Bueno, hay muchos mayores que son como tales. Pero ahora el tema es así. Hago algo por ésto, ésto y ésto. Lo voy a hacer aquí, así, ahora ... Y debo saber que puede pasar éso. Y como lo sé, debo saber como actuar. Y como lo sé, tengo que estar preparado.
Ejemplo. Vas andando por la calle y empieza a llover. La consecuencia es que, si no llevas paraguas o vistes algo con capucha, te mojas. La consecuencia de eso es que puedes constiparte. Claro que puede que te pille de improviso pero si sabes que puede pasar, irás preparado.
Todo ésto va en consecuencia de los escenarios que se han ido aplicando en Madrid por la contaminación. Es un de las pocas cosas (por que tiene que haber alguna más) que ha puesto en marcha la abuela de los bolsos. Medidas que, según dicen, sólo ha desarrollado porque la ley es del anterior gobierno. Partamos de la base de que cualquier cosa que se haga para tener una ciudad más limpia (no voy a hablar de lo asqueroso que está el suelo municipal) me parece muy buena. Pero hay gente que no lee la prensa o no ve la tele por lo que no tiene claro lo que se impone y lo que conlleva. Mandar una carta a los conductores explicando los diferentes escenarios e indicando lo que hay que hacer para tener la pegatina no hubiera estado de más. El personal debe estar informado (no voy a hablar de la completa desinformación que ha llevado a cabo este equipo de gobierno) ya que el correo sí se lee.
Pero hay otro pero. ¿Qué pasa como n la gente que, sí o sí, tiene que moverse en coche? ¿Se la tiene en cuenta? ¿Y el transporte público? ¿Se aumenta el número de trenes y autobuses? A la gente hay que incentivarla para que no use el coche. Pero (otro pero más, van unos pocos pero a veces un pero es lo mejor) hay que conseguir que quien tenga que usar el coche, sí o sí, no tenga problemas para hacerlo. Y todo porque hay gente que ha tardado dos años en aplicar los protocolos pero ha sido incapaz de estudiar como no molestar al personal.
Pero lo peor de todo es que, al igual que la suciedad de las aceras y los baches de las calles, la culpa la tienen otros y por eso yo sólo ayudo a mis amigos.