jueves, 27 de febrero de 2020

A las barricadas.

La frase siempre la he oído asociada a la resistencia ante las tropas llamadas nacionales aunque barricadas las hay en todos los bandos.
Y ahora viene a colación de las elecciones autonómicas que habrá en Galicia, Cataluña y País Vasco. En estos casos todo el mundo mira los resultados de las últimas que hubo y poniendo los informes de cómo piensa la gente hacia dentro junto hacia fuera. Lo que sale puede variar algo.
Una de las cosas que suele haber es los cambios de los partidos. Puede haber alguna coalición a nivel general que van sueltas en la autonomía o, incluso, no se presenta. Alguna modificación de nombre del mismo partido, búsqueda de posibles coaliciones o cierto cambio de idea respecto al partido nacional.
Estos dos últimos casos se han dado entre PP y Ciudadanos. Tienen su aquel. En cierto modo ambos partidos tienen, al menos así lo veo, un origen común. Es algo que creo, pasa en todos lados. Pero si hablo de este grupo es por ser del que se habla aunque seguro que del otro también lo harán. De dice que la fuerza se consigue mediante la unidad pero es mejor la maña. Claro que puede que la maña lleve a la unidad. Y sería lo suyo salvo que haya gente que su maña sea huir de la unidad. En una época como la que vivimos es mejor ir juntos que no tener sillón.
La historia es que el sillón hay que inventarlo.
La historia es que el sillón hay que desenterrarlo.
La historia es que el sillón debería ganarse.
La historia es que todas las historias vienen de las barricadas aunque muchas de ellas las ganan gente de fuera.
La historia es que todas, directa o indirectamente, suelen venir de un diagnóstico equivocado de una situación diagnosticada equivocadamente.
La historia es la historia.