lunes, 17 de febrero de 2014

Paciencia.

Gracias amor por hacerme volver a escribir. Tu eres mi fuente de inspiración porque me haces buscar cosas sobre las que escribir.
El ser humano sabe que es imperfecto. entre otras cosas porque, según las diferentes teorías, o nos ha creado un ser superior (aunque desconozco la teoría del origen del hombre del Corán) o ha ido evolucionando. Si es lo primero, la creación siempre es peor que el creador. Y si es lo segundo, todo lo que evoluciona, lo hace porque debe mejorar para adaptarse. Y el ser humano evoluciona. Esta introducción viene a que, muchas veces, por el hecho de creernos más perfectos que los demás, damos por cierto o válido cosas que creemos de oídas y no perdemos el tiempo en comprobar la veracidad de esas creencias. Pensamos que ésto es como Sálvame. Alguien dice algo y corremos a publicarlo, que si es mentira, ya vendrá alguien a contarlo y sacamos más audiencia. El tema es que hacer eso puede llevar, en una conversación a malentendidos que, a veces, pueden ser difíciles de salvar. Hay que tener paciencia antes de dar una respuesta porque, lo normal, es tener todas las respuestas a todas las preguntas. Pero respuestas firmes. No valen respuestas inventadas o sacarlas en base a que una vez pasó algo.
Y acabo como empecé. Dando las gracias a la mejor persona que ha pasado por mi vida. Te quiero.

lunes, 10 de febrero de 2014

Libertad.

Libertad. Gran palabra. ¿Derecho o deber? Generalmente, uno tiene derechos por cumplir deberes. Se cobra un salario por hacer un trabajo, por ejemplo. Pero la libertad. ¿Qué es la libertad? Si me lo preguntan a mi, posiblemente conteste diferente que un señor de 70 años o que una chavala de 15. La libertad es uno de esos valores relativos. La libertad es algo que no se debe medir. Uno no puede ter mucha libertad o poca. Uno no puede ir a la tienda a comprar cuarto y mitad de libertad pero que sea sin hueso.Uno puede decir que la libertad no se puede coartar. Otro puede decir que uno es libre mientras no pise la libertad del vecino. Por ejemplo, yo soy libre de leer lo que me apetezca pero soy libre de entender lo que leo. Entender en el sentido de que quien escribe quiere decir una cosa y yo puedo entender otra. Algo así puede pasar con lo que yo escribo. La poca gente que me puede leer no tiene que pensar igual que yo. No debe hacerlo. O si. Es libre para ello. Libertad es salir a la calle a protestar porque quien gobierna incumple lo que prometió que iba a hacer. Igual el gobierno no es libre de hacerlo porque tiene que arreglar lo que el gobierno anterior que se tomó la libertad de hacer cosas sin saber o sin poder. O igual es que pasa de la gente que le votó y, como tiene la libertad que le dieron los ciudadanos, hace lo que quiere. Libertad es poder decir que Rajoy debería volar más alto que Carrero Blanco o que deberían volver los GRAPO. Esa chica era libre de decirlo pero pagará por ello porque eso que reivindicaba libremente eran actos en contra de la libertad. Nadie debe amenazar a nadie por hacer uso de su libertad si no hace mal a nadie o contra nadie. El mundo debería ser libre pero, por desgracia no lo es. No lo es porque algunos no quieren que los otros sean libres. No lo es porque algunos piensan que los otros no son libres. El del Oscar es libre de hablar de salvar la sanidad pública cuando su mujer ha dado a luz en clínicas privadas (y de las caras) o puede hacer la pantomima con su madre de apoyar a la gente de Coca-Cola cuando ellos quisieron hacer lo mismo en su restaurante. Uno es libre para hablar. También es libre para callar. Pero ambas cosas hay que saber hacerlas. El hacerlo tarde y mal es una gran equivocación.

domingo, 9 de febrero de 2014

No todo es política

Teóricamente, la gente (poca, seguro) que sigue este blog, pensará que sólo se habla de política. De hecho, tengo un par de temas para escribir aquí. Pero hoy vamos a ser un poco más, por así decirlo, nosotros mismos. Vamos a hablar de algo nuestro. El AMOR. Así, en mayúsculas. Quien más o quien menos tiene, como mínimo un amor. Por supuesto, no todos los amores son iguales por que el destino (ya sea humano o material) es diferente. Básicamente, el amor por algo material, que puede ser un lugar, un edificio, un objeto, un equipo deportivo o un deporte en si, no es correspondido porque esos lugares, entes u objetos no tiene la capacidad de devolver ese amor procesado hacia ellos. Si es un lugar puede que estando allí haga buen tiempo, si es un objeto nos de suerte, si es un deporte nos divirtamos practicándolo y, si es un equipo, disfrutemos con sus victorias.
Pero cuando se habla de personas, el tema cambia. Pensamos en el amor a primera vista, que hay mucha gente que no cree en él. Yo puedo decir que existe porque lo he vivido en mis carnes dos veces. El problema es que, la primera vez, son 13 años, uno sólo piensa en aprobar el curso para no tener que estudiar en verano. El tema es que, el primer día de instituto, dos chicas, que repetían curso, tomaron la lista de clase e iban nombrando a la gente uno a uno. Llegaban y se presentaban. Una me llamó la atención porque llevaba minifalda. La otra, por como me agarró para darme dos besos. Pasados los años, volvió a suceder en una parada de autobús aunque ahí no me pilló de sorpresa. Tenía la imagen en la cabeza y lo que ví, la mejoró. Pero el amor no todo lo puede, según se dice. A pesar de intentarlo. Ese dicho está equivocado porque si uno empieza a ver cosas que no le gustan o que, símplemente le resultan extrañas y pregunta pero no recibe respuesta, se hace una idea de que algo no va mal. Ese amor intenso y adolescente que uno vuelve a vivir a los cuarenta se resquebraja porque una parte no juega limpio. Al principio, el amor todo lo limpia. El amor todo lo borra. El amor todo lo calma. Pero la suciedad se va acumulando en otra parte, la goma se gasta y el viento sopla porque alguien quiere que sople para que la suciedad vuelva. El amor es bueno. El amor es bonito. El amor es malo. El amor es feo.
El amor.