sábado, 3 de octubre de 2020

Valentía cobarde. Cobardía valiente.

Todo lo que se hace en esta vida que lleva la etiqueta de valiente, oculta va una de cobarde. De la misma manera, todo lo que se hace en esta vida que lleva la etiqueta de cobarde, oculta va una de valiente.
Todo esta filosofía rara viene por dos cosas aunque una lleva a la otra. Veía un episodio de una serie en la que el culpable si iba a suicidar. Al final no lo hace por miedo cuando había sido valiente en intentarlo. Y me vino a la cabeza algo que una buena amiga colgó en Facebook. Era un texto que hacía referencia a la persuasión del suicido. Era el día que se celebraba esa tarea muy importante. Eso pienso yo aunque más de uno pensará lo mismo. Uno lee eso y lo primero que pregunté era si eso iba por ella. Me tranquilizó el que me dijera que no y que era por alguien muy cercano a un amigo suyo. Ella cuida la relación con sus amigos bastante. Y cuando digo bastante, es bastante.
Cuando uno se suicida salen muchas frases típicas. Su estado mental, lo mal que ha sido su vida o que no le dieron el apoyo necesario. Siempre hay alguien que dice que llegó tarde. Pero, sea como sea, nadie sabe el porqué.
Y aquí es donde entra el título. Pienso que la gente piensa que un suicida es cobarde por no querer afrontar sus problemas. Lo más importante que tenemos en la vida es, precisamente, la vida.
También sabemos que la vida termina pero no sabemos cómo, cuándo ni dónde. Ese " ... y si pasa algo ..."  es esa cobardía de lo valiente. Ese " ... tenía que haberlo hecho ..." es esa valentía de lo cobarde. Si la frase va al final, no hay acción. Y lo hace entre medias, qui lo sá.
Siempre pensamos. Poco. Mucho. Pero a veces nos equivocamos. Pero a veces no hay vuelta atrás.