lunes, 6 de febrero de 2017

Los otros.

Por mucho que lo haga pensar el título, en un principio no iba a ser una entrada de cine. Pero he pensado que sí. Película de suspense. Quien supiera de lo que voy a escribir (generalmente sólo tengo la idea pero no sé cómo voy a plasmarla) me podría decir que no tengo derecho a quejarme y protestar. Hablar no hay problema porque hablar es gratis. Pero protestar es otra cosa. ¿Porqué?¿Por no estar empadronado? Cierto que durante 7 años (mes arriba, mes abajo) no tuve mi residencia ni estuve empadronado en la capital. Y ahora, empadronado desde hace año y medio en otra parte aunque los cinco últimos meses viviendo en Madrid. Pero como se dice que un madrileño lo es siempre haya nacido donde haya nacido, siempre me he sentido como tal. Ya no quien me conozca pero sí que me haya leído, tanto por aquí o por Facebook, o me haya oído, sabe que el equipo al que pusieron al frente del Ayuntamiento de la ciudad más importante del país -aquí permítanme un inciso porque, al menos para mí, una cosa es ser elegido y otra, muy diferente, ser puesto. Y ya no hablo de estar puesto como parece algún concejal- no es de mi agrado. Y no lo es porque, por mucho palmero que tenga, su gestión, por llamarla de alguna manera, no es que sea mala, no. Es que es nula. Dentro de cuatro meses se cumplirán dos años desde las elecciones que perdieron todos los partidos menos uno. Pero en este país es más importante que no gobierne Fulano. Da igual que eso vaya en perjuicio de los ciudadanos pero eso es otro tema. También he dicho y escrito más veces, que el gobierno que está al frente del ayuntamiento madrileño (nunca me oirán ni me leerán juntar en la misma frase Ayuntamiento de Madrid y gobernar a menos que sea negativa) no ha hecho más que generar polémica. Crío la fama y me echo a dormir. Y la fama de la abuela, su equipo o quien la manda, es hablar. Da igual de lo que sea. Pero hablar. Lo único bueno que ha trascendido de lo que ha hecho fue aplicar el protocolo anti contaminación, creado, por cierto, por el anterior equipo de gobierno, la primera vez. Todo lo demás han sido cagas, meteduras de pata y globos sonda.
Pero la gota que colma el caso es proponer votaciones para decidir que hacer. Eso demuestra que no tenían, tienen, ni tendrán programa. El único programa que su formación ha tenido (o tiene, que no lo se) es el de HispanTV. Nada más. Porque piensan que ésto es un juego. Vale que no vas a llevar toda tu lista llena de políticos profesionales. Pero no lleves gente que su único mérito es ser amigo de, ser un delincuente (si para ellos es un delincuente cualquiera que esté en un proceso judicial aunque no sea uno de los acusados, ellos también tienen que pasar por lo mismo) o chaqueteros que lo han hecho para ver si rascan. No saben. No valen. No quieren saber. No quieren valer. Si no hago nada, no me equivoco. O sí. Pero nunca lo van a reconocer. Organizo paripés para que, supuestamente, la gente crea que decide. Es decir. Ellos no hacen nada. Lo hacen los otros. Señor bendito.

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