martes, 10 de octubre de 2017

Ambigüedad estúpida. Estupidez antigua.

Siempre se ha dicho que los gallegos son de esa gente que, cuando dicen algo, no se sabe si van o vienen. De esa manera no sabes como hablar con ellos. Pero nunca he oído que se les calificara de ambiguos. En cambio, la pantomina de ayer en el Parlament de Cataluña, sí lo fue. Al menos, lo que se refiere al discurso del Honorable Carlos Puigdemont I, el Pelofregona. Ese sí pero no. Ese no pero sí. Se puede decir que contentó a medias a algunos. Cabreó a lo bestia a otros y confundió a los últimos. El caso es que, salvo los suyos, nadie quedó contento. Seguramente alguien esperaba blanco y se llevó gris o negro. Y alguien estaba preparado para criticar el negro y se encontró con un gris que tampoco les gustaba. Me recordó al papel que representaba Ed Harris en La Roca. Una especie de órdago que al final deja. La diferencia es que el Junqueras o la Gabriel de turno le matan. Aunque no diría yo que lo que ha hecho no sea, en cierto modo, su muerte política. Me da que es ese tipo de tío que se ha visto empujado a ponerse en primera fila (no sé qué rango político tenía, aparte de alcalde) cuando se nota que no sabe. Es como Zapatero que se sigue preguntando como pudo ser presidente del Gobierno durante siete años y medio. No se lo cree. Y actúa como le dicen. Lo malo es que no puede plantarse. Siempre he dicho que CDC nunca ha querido la independencia. Pero el sillón es adictivo. Pero la gente que vota va retirando apoyos. Pero los que llegan convencen más. Pero los que llegan intentan convencer que los demás no son buenos. Pero, al igual que pasa en el PP o el PSOE, todos los que se han visto salpicados por la corrupción, no estaban aforados. Algo, por cierto, de lo que todo el mundo se queja pero nadie quita. Así que tengo que hacer lo que sea para seguir en el aforo. ¿Qué dicen los demás? Ésto, lo otro y lo de más allá. Bien. ¿Qué me vendrá mejor?¿Ésto, lo otro o lo de más allá? Todo es elegir y negociar. Y eligió lo menos malo para ello. PP, PSOE y Cuidadanos les tenían en el punto de mira por los asuntos Pujol. Así que la decisión estaba clara. Y había que hablar de independencia. Me guste o no pero hay que sumar votos. Con ello empezó todo. ¿Apoyos? Sí. ¿Independentismo? Psé. A fin de cuentas, todo es dinero. Si me callo tengo pasta. Si protesto, tengo pasta. Hasta que alguien dijo que ya era demasiada pasta mientras le daba más pasta. Eso es lo que cuenta. Peri Pelofregona se ha visto empujado a envidar, luego a echar órdago para luego quitarlo. ¿Y porqué? Porque sabe que no. Nadie ha hablado de ello pero las cosas hay que pagarlas. Y aunque los que le dan pasta ahora, seguro que les van a seguir dando, tendrán que empezar a autofinanciarse. ¿Y cómo?¿Y de quién?¿Y porqué? Grandes preguntas que nadie ha hecho. Se ha hablado más del día de los tuppers. Se ha hablado más del chaval al que han golpeado en el mismo sitio en dos concentraciones diferentes.

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