viernes, 18 de octubre de 2019

Derecho y deber.

Cuando no estoy seguro de algo siempre empiezo o termino la frase con la primera persona del singular del presente del modo indicativo del verbo creer. Es decir, creo. Otros dan por hecho todo lo que oyen, oyeron u oirán, vieron, ven u verán o leyeron, leen y leerán.
Pues bien, todo ésto va porque creo que ya escribí sobre ello. No sé si como parte de un artículo o de uno entero. Pero escribí.
Otro pues bien. Hay gente que confunde ambos términos. Parece que hay personas que creen que si deber es manifestarse contra algo. Ese algo, esta semana pasada, ha sido una sentencia judicial. Ese deber se basa en el derecho que hay para tenerlo. Un derecho que le facilita o le entrega algo contra lo que está luchando. Es decir, para que lo entiendan quiero decir que tienen el derecho (o no) de poder tener el deber de defender. Tiene el derecho de no hacerlo, dije, o hacerlo de varias maneras. Se deber de luchar de encuentra con el derecho de otros a manifestarse contra ese algo, de hacerlo a varias maneras o no hacerlo. Tienen el derecho de defender lo que piensan. Lo que no es deber es hacer que los otros no defiendan más que lo suyo. Tener el deber de obligar a que los otros no tengan es autoritario porque los otros no tienen ese derecho.
Y así es, básicamente, todo. Nada más. Que aparezca un deber cuando debería haber un derecho es equivocado. Convertir un deber en un derecho, también.

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